Las personas solemos tocarnos con frecuencia la cara, la boca, los ojos, o la nariz, por lo que si las manos no están perfectamente limpias se convierten en un vehículo transmisor de gérmenes.
Lavarse las manos correctamente es una de las principales formas de prevenir muchos problemas de salud, desde un simple catarro, a enfermedades más graves como la gripe o la hepatitis, e incluso intoxicaciones alimentarias como la salmonelosis.
Lavarse las manos con un jabón o desinfectante apropiado y agua tibia es una acción sencilla que nos enseñan desde niños, y cuyo objetivo primordial es eliminar de la piel una serie de microorganismos patógenos que adquirimos al entrar en contacto con superficies contaminadas, y que pueden ser virus, bacterias, parásitos y hongos.
La manera más rápida y sencilla de eliminar estos microbios es lavarse bien las manos, especialmente en determinados momentos como después de ir al baño, de estornudar o toser, de haber tocado objetos que pudieran estar contaminados –dinero, pomos de puertas, alimentos crudos…– o animales, tras visitar a una persona enferma o cambiar el pañal a un bebé y, por supuesto, antes de comer, o de manipular o preparar alimentos.
Lavarse correctamente las manos, paso a paso
Aunque sea una tarea aparentemente sencilla, a continuación te detallamos, paso a paso, cómo debes lavarte las manos para conseguir una higiene realmente efectiva:
Mojarse las manos con agua tibia –entre 20 y 37ºC– para eliminar los microorganismos superficiales.
Añadir jabón a las palmas de las manos y frotar con energía, friccionando también el dorso, las muñecas y los espacios interdigitales. Esta operación se debe realizar durante un tiempo mínimo de entre 15 y 20 segundos.
Cepillarse uñas y dedos con un cepillo previamente enjabonado para eliminar restos de suciedad que pudieran quedar bajo las uñas, durante unos 15 segundos.
Meter las manos bajo el chorro de agua del grifo, y asegurarse de eliminar completamente el jabón. Si las manos estaban muy sucias, se debe repetir el proceso hasta comprobar que el agua del aclarado está limpia.
Por último, hay que secar bien las manos empleando toallas de papel desechables, para evitar así que se puedan volver a contaminar. Por el mismo motivo, es recomendable usar una de esas toallas para cerrar el grifo o abrir la puerta.
Si no dispones de jabón o agua, existen productos desinfectantes para manos, que se comercializan en forma de líquido o toallitas, y que puedes llevar en un bolso o mochila siempre que vayas a algún lugar donde no estés seguro de poder utilizar un baño público.
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